Cistitis intersticial
Introducción
La cistitis
intersticial (CI) es un cuadro que causa molestias o dolor en la vejiga y el
abdomen. Es mucho más común entre las mujeres que en los hombres. Los síntomas
varían de un caso a otro. Algunas personas tienen urgencia por orinar o aumenta
la frecuencia urinaria. Los síntomas de las mujeres suelen empeorar durante la
menstruación. También pueden presentar dolor durante las relaciones sexuales.
Muchos
científicos creen que en realidad la CI incluye varias enfermedades. Muchos
usan el término síndrome de vejiga dolorosa (SVD) para describir el dolor
urinario para el que no se encuentra una causa. No hay un examen que indique si
tiene CI/SVD. Los médicos suelen realizar pruebas para descartar otras posibles
causas de los síntomas. No hay una cura para la CI/SVD, pero los tratamientos
pueden ayudar a la mayoría de las personas a sentirse mejor. Incluyen
distensión o insuflación de la vejiga; lavados en el interior de la vejiga con
soluciones medicinales; medicamentos por la vía oral y, en pocos casos,
cirugía.
Tipos
de CI
La mayoría de
los expertos en CI están de acuerdo en que en realidad se trata de múltiples
enfermedades en vez de una sola, y que se puede presentar en distintos
subtipos. Actualmente existen dos subtipos reconocidos de CI: no ulcerosa y ulcerosa.
·
No ulcerosa: el 90% de los pacientes de CI presentan este subtipo. La CI
no ulcerosa se presenta con hemorragias localizadas, también conocidas como
glomerulaciones, en las paredes vesicales. Sin embargo, estas manifestaciones
no son exclusivas de la CI, ya que cualquier inflamación vesical puede
presentar esa apariencia. Tampoco existe relación entre la cantidad de
glomerulaciones que presente y la seriedad de sus síntomas.
·
Ulcerosa: del 5 al 10% de los pacientes con CI tienen esta forma de la
enfermedad. Generalmente presentan úlceras de Hunner o parches, que son zonas
rojas y sangrantes en las paredes vesicales. Los pacientes con este tipo de
úlceras pueden beneficiarse del tratamiento con cirugía láser.
Causas
La cistitis
intersticial (CI) es una afección dolorosa debida a una inflamación de los
tejidos de la pared de la vejiga y cuya causa no se conoce.
Esta afección
con frecuencia se diagnostica en forma errada como infección de las vías
urinarias y los pacientes a menudo pasan años sin un diagnóstico correcto. En
promedio, hay un retraso de más o menos 4 años entre el momento de aparición de
los primeros síntomas y el momento en que se hace diagnóstico.
La afección es
más común alrededor de los 30 a 40 años de edad, aunque se ha informado de
casos en personas más jóvenes. Las mujeres tienen una probabilidad 10 veces
mayor que los hombres de padecer esta enfermedad.
Las investigaciones
actuales demuestran que una sustancia en
la orina de algunas personas con CI puede bloquear el crecimiento normal de las
células que envuelven la pared interna
de la vejiga. Investigaciones adicionales acerca de esta sustancia pueden llevar
a un mejor entendimiento de las causas de CI. Se piensa que los genes pueden jugar
un papel en algunas formas de CI. En unos cuantos casos, la CI ha afectado a una
madre e hija o a dos hermanas. Aún así no se da comúnmente en las familias.
La causa exacta
de la enfermedad es un misterio, pero los investigadores han identificado
distintos factores que podrían contribuir al desarrollo de la misma. Muchos
creen que un desencadenante (ocasionado por uno o más sucesos) podría
inicialmente dañar la vejiga o el recubrimiento de la misma, lo que podría
llevar al desarrollo de la CI. Algunos de estos desencadenantes pueden ser:
·
Traumatismo vesical (como el derivado de una cirugía pélvica)
·
Distensión vesical excesiva (casos anecdóticos sugieren la aparición de
la enfermedad tras períodos largos sin acceso a un baño)
·
Disfunción del músculo de la base pélvica
·
Desorden autoinmune
·
Infección bacterial (cistitis)
·
Inflamación neurogénica primaria (hipersensibilidad o inflamación de los
nervios pélvicos)
·
Traumatismo medular
Se cree que este tipo de daños en las paredes vesicales permiten que partículas de la orina, tales como el potasio, se filtren en el recubrimiento de la vejiga. Una vez que estas partículas entran allí, se produce una serie de respuestas orgánicas que pueden dañar aún más la vejiga y causar dolor nervioso crónico.
Los investigadores especulan que un motivo para este daño continuo a la vejiga pueda ser que la reparación normal del recubrimiento de la misma no ocurre en los pacientes que desarrollan CI. Las investigaciones indican que esto puede deberse a una proteína llamada factor antiproliferativo (APF). Los estudios han demostrado que dicho factor es producido por las células de los pacientes con CI, pero no por las células de personas sanas. El APF impide el crecimiento de las células vesicales y la vejiga puede ser incapaz de repararse a sí misma si dicho factor está presente.
En los últimos años la relación entre la CI y el abuso (sexual, físico e infantil) se ha convertido en un tema muy debatido. Los resultados de los estudios de CI y los abusos han tenido resultados muy variados: sin relación, leve relación o una tasa bastante alta de incidencia entre aquellos que tienen CI. Muchos estudios también han indicado que la tasa de abuso en el caso de personas con CI es la misma que para la población en general. La determinación de una respuesta definitiva a la cuestión del abuso podría vincularse a la realización de estudios longitudinales que siguieran a un grupo numeroso de pacientes con CI y los controlara a lo largo de los años. Sin embargo, muchos investigadores y médicos creen que, al centrarse en este asunto, y en vista de que no existe mucha información que apoye la teoría del abuso, se puede perder de vista el objetivo principal de brindar ayuda real a aquellos que sufren de CI.
Síntomas
Los
síntomas comunes de la cistitis intersticial abarcan:
·
Relación sexual dolorosa
·
Dolor pélvico
·
Polaquiuria (hasta 60 veces al día en los
casos graves)
Muchas
personas que tienen cistitis intersticial prolongada también se deprimen debido
al dolor y a los cambios en su estilo de vida.
Diagnostico
En vista de que los síntomas son similares a los de otros
desórdenes vesicales y no existe un examen definitivo para identificar la CI,
los médicos deben descartar otras afecciones tratables antes de diagnosticar
CI. Las más comunes de dichas afecciones en ambos sexos son el cáncer del
tracto urinario y el cáncer vesical. En hombres, las enfermedades comunes
incluyen prostatitis crónica o síndrome de dolor pélvico crónico. La CI no está
asociada a ningún tipo de incremento del riesgo de desarrollar cáncer.
Una vez que se han descartado otras afecciones, los pacientes que presenten los signos y síntomas característicos son generalmente tratados por presunta presencia de CI/PBS. En ciertas circunstancias, algunos médicos podrían optar por realizar pruebas adicionales como la cistoscopia con hidrodistensión bajo anestesia general, estudios urodinámicos o instilación con lidocaína. El diagnóstico de CI en la población general se basa en:
Una vez que se han descartado otras afecciones, los pacientes que presenten los signos y síntomas característicos son generalmente tratados por presunta presencia de CI/PBS. En ciertas circunstancias, algunos médicos podrían optar por realizar pruebas adicionales como la cistoscopia con hidrodistensión bajo anestesia general, estudios urodinámicos o instilación con lidocaína. El diagnóstico de CI en la población general se basa en:
§ presencia de dolor
relacionado con la vejiga, generalmente acompañado de frecuencia y urgencia
§ ausencia de otras
enfermedades que podrían ocasionar los síntomas
La prueba de sensibilidad al cloruro potásico (PST), o prueba de Parson, también ha sido utilizada con fines de diagnóstico. La PST prácticamente ha dejado de usarse en los Estados Unidos en vista de la baja sensibilidad y especificidad, y porque es una prueba dolorosa que requiere cateterización urinaria invasiva. Este examen implica la instilación de cloruro de potasio en la vejiga; un resultado positivo es el dolor y la reproducción de los síntomas de CI/PBS. Sin embargo, la prueba no diagnostica hasta a un 25% de los pacientes que sufren de CI/PBS.
§ Cistoscopia con hidrodistensión
A pesar de que la cistitis intersticial (CI) se diagnostica
mediante un método de exclusión, existen algunas pruebas estándar, como la
cistoscopía con hidrodistensión, que su médico puede realizar para confirmar un
diagnóstico de CI. Con anestesia local o general, este procedimiento utiliza un
cistoscopio para explorar el interior de su vejiga tras haberla expandido
lentamente con un fluido (hidrodistensión).
La cistoscopia con hidrodistensión permite que su médico pueda ver cambios dentro de su vejiga que son típicos de la CI, incluyendo la presencia de marcas rojas puntuales en la pared vesical, también conocidas como glomerulaciones o hemorragias petequiales. Este procedimiento también permite que se puedan ver las úlceras de Hunner (parches), que se presentan en una pequeña proporción de los pacientes con CI.
A pesar de su utilidad para determinar con mayor exactitud el estado de su vejiga, la cistoscopia con hidrodistensión ha dejado de ser considerada la "regla de oro" del diagnóstico de CI por lo siguiente:
La cistoscopia con hidrodistensión permite que su médico pueda ver cambios dentro de su vejiga que son típicos de la CI, incluyendo la presencia de marcas rojas puntuales en la pared vesical, también conocidas como glomerulaciones o hemorragias petequiales. Este procedimiento también permite que se puedan ver las úlceras de Hunner (parches), que se presentan en una pequeña proporción de los pacientes con CI.
A pesar de su utilidad para determinar con mayor exactitud el estado de su vejiga, la cistoscopia con hidrodistensión ha dejado de ser considerada la "regla de oro" del diagnóstico de CI por lo siguiente:
§ las glomerulaciones
también pueden verse (luego de la hidrodistensión) en personas que no presentan
síntomas de CI
§ el grado de severidad de
las glomerulaciones no guarda relación con la severidad de los síntomas de CI.
§ algunas personas con
síntomas de CI no tienen glomerulaciones.
La cistoscopia con hidrodistensión es un procedimiento quirúrgico
ambulatorio. Será internado en un hospital, pero en la mayoría de los casos
será dado de alta el mismo día del procedimiento. Antes del mismo, es posible
que se le practiquen análisis de sangre de rutina, de la misma forma que antes
de cualquier tipo de cirugía. Durante el procedimiento recibirá anestesia
general, o su zona pélvica será adormecida mediante agentes bloqueadores
nerviosos raquídeos. No sentirá ningún dolor durante el procedimiento.
El médico insertará un cistoscopio a través de su uretra en dirección al interior de su vejiga. Esta “sonda” está equipada con una cámara en miniatura que permite que el médico pueda examinar la superficie vesical interna en búsqueda de úlceras de Hunner y otras anomalías.
Su médico examinará primero su vejiga utilizando el cistoscopio. Tras el examen primario, el médico "hidrodistenderá" su vejiga llenándola con un fluido (80 centímetros) y la mantendrá llena por uno a cinco minutos antes de vaciarla. Este proceso ocasiona un estiramiento de las paredes vesicales (distensión), lo que permite que su médico inspeccione nuevamente la vejiga con el cistoscopio.
Si tiene CI, su médico verá zonas irritadas (glomerulaciones) en la pared vesical. Además, la hidrodistensión permite que su médico controle la capacidad de su vejiga bajo anestesia. Esto puede ser un indicador de la necesidad de terapias más agresivas.
El cistoscopio puede estar equipado con instrumentos para obtener biopsias de la pared vesical. A pesar de que no es necesario realizar biopsias para el diagnóstico de CI, es útil hacerlo para descartar la presencia de cáncer. Una biopsia vesical también puede ser útil para determinar si existen cantidades significativas de mastocitos en la pared vesical, lo que podría confirmar el diagnóstico de CI e indicar opciones de tratamiento. Su médico no debería someterlo a ninguna medida adicional de tratamiento (como instilaciones vesicales) durante este procedimiento, ya que su vejiga quedaría muy sensible tras el mismo.
Beneficios terapéuticos
El médico insertará un cistoscopio a través de su uretra en dirección al interior de su vejiga. Esta “sonda” está equipada con una cámara en miniatura que permite que el médico pueda examinar la superficie vesical interna en búsqueda de úlceras de Hunner y otras anomalías.
Su médico examinará primero su vejiga utilizando el cistoscopio. Tras el examen primario, el médico "hidrodistenderá" su vejiga llenándola con un fluido (80 centímetros) y la mantendrá llena por uno a cinco minutos antes de vaciarla. Este proceso ocasiona un estiramiento de las paredes vesicales (distensión), lo que permite que su médico inspeccione nuevamente la vejiga con el cistoscopio.
Si tiene CI, su médico verá zonas irritadas (glomerulaciones) en la pared vesical. Además, la hidrodistensión permite que su médico controle la capacidad de su vejiga bajo anestesia. Esto puede ser un indicador de la necesidad de terapias más agresivas.
El cistoscopio puede estar equipado con instrumentos para obtener biopsias de la pared vesical. A pesar de que no es necesario realizar biopsias para el diagnóstico de CI, es útil hacerlo para descartar la presencia de cáncer. Una biopsia vesical también puede ser útil para determinar si existen cantidades significativas de mastocitos en la pared vesical, lo que podría confirmar el diagnóstico de CI e indicar opciones de tratamiento. Su médico no debería someterlo a ninguna medida adicional de tratamiento (como instilaciones vesicales) durante este procedimiento, ya que su vejiga quedaría muy sensible tras el mismo.
Beneficios terapéuticos
La hidrodistensión podría reducir el dolor e incomodidad en
algunos pacientes con CI, y por lo tanto puede tener un valor tanto terapéutico
como diagnóstico.
Algunas personas con CI que se han beneficiado de la hidrodistensión informan de una mejoría que dura de 3 a 6 meses, tras los cuales su médico podría repetir el procedimiento para extender los beneficios terapéuticos. No todas las personas obtienen alivio de este procedimiento y podría llevar bastante semanas notar alguna mejoría. No se sabe por qué algunas personas consiguen beneficios terapéuticos con este procedimiento.
Algunas personas con CI que se han beneficiado de la hidrodistensión informan de una mejoría que dura de 3 a 6 meses, tras los cuales su médico podría repetir el procedimiento para extender los beneficios terapéuticos. No todas las personas obtienen alivio de este procedimiento y podría llevar bastante semanas notar alguna mejoría. No se sabe por qué algunas personas consiguen beneficios terapéuticos con este procedimiento.
·
Prueba de sensibilidad al cloruro potásico
La prueba de sensibilidad al cloruro potásico (PST) consiste
en introducir una solución de cloruro potásico (nombre químico: KC1) en la
vejiga mediante un catéter urinario. Se recomienda para dos usos:
§ Prueba de diagnóstico de
CI.
Prueba predictiva de
respuesta a medicinas específicas para CI, tales como pentosano polisulfato
sódico (Elmiron) y otros heparinoides, que se piensa funcionan mediante el
revestimiento de la vejiga.
¿Es el PST un examen diagnóstico exacto?
El PST fue originalmente diseñado como un posible examen de
diagnóstico de CI. Sin embargo, existen dudas sobre la exactitud de este
examen. Un estudio reveló que el PST tiene una exactitud del 75%, lo que
significa que si 100 pacientes son sometidos al examen, solo 75 de ellos
recibirán un diagnóstico exacto. Otro estudio determinó que el examen tiene un
exactitud del 60% en el diagnóstico de la CI.
¿Es el PST un examen predictivo exacto?
¿Es el PST un examen predictivo exacto?
El PST está siendo evaluado como examen predictivo. Se cree
que el examen puede evaluar la permeabilidad de la capa de glicoaminosacáridos
(GAG) de la vejiga, que puede presentar anomalías en algunos pacientes con CI.
Algunos investigadores creen que los pacientes con CI que responden de manera
positiva al examen tienen más posibilidades de obtener beneficios del uso de
una clase específica de tratamientos para CI (protectores de superficie mucosa
o heparinoides), tales como el Elmiron oral y la heparina intravesical. Sin
embargo, su utilidad como agente indicador de respuesta a los heparinoides no
ha sido probada.
¿Es el PST doloroso?
¿Es el PST doloroso?
Durante el examen, se solicita a los pacientes que indiquen
el grado de severidad del dolor y la urgencia que experimentan mientras la
solución KC1 está en la vejiga. Este tipo de dolor posiblemente esté presente
no sólo durante, sino después del examen, y puede durar de días a semanas
tras el procedimiento. Además, puede ser difícil para los pacientes cuantificar
de manera exacta un incremento del dolor cuando es posible que hayan sufrido
dolores significativos antes de someterse a la prueba. Se ha sugerido la
introducción de anestésicos de acción prolongada, tales como el clorhidrato de
bupivacaína (Marcaína) y la heparina inmediatamente después del PST, de manera
que los efectos de los posibles episodios de dolor sean reducidos.
¿Puede el PST ser interpretado erróneamente?
¿Puede el PST ser interpretado erróneamente?
El examen PST no fue específicamente diseñado para la CI. Los
pacientes con infección aguda del tracto urinario, cistitis originada por
radioterapia, otras condiciones inflamatorias de la vejiga y aquellos que estén
recibiendo quimioterapia por cáncer vesical posiblemente también obtengan
resultados positivos en el examen. Asimismo, el examen podría ser negativo, aún
si el paciente tiene CI, en los siguientes casos:
·
si el paciente ha recibido DMSO o instilaciones intravesicales de
heparina.
·
si el paciente se ha sometido recientemente a una hidrodistensión.
·
si el paciente ha estado tomando Elmiron.
·
si el paciente no presenta permeabilidad vesical como parte de su
CI.
Tratamiento
No existe cura ni hay tratamientos
estándares que se sepa que sean efectivos para la mayoría de los
pacientes. Los resultados varían de una persona a otra. El tratamiento se
basa en ensayo y error hasta que se encuentre el alivio.
La terapia de combinación con
medicamentos puede ayudar, entre ellos:
- Pentosano
polisulfato sódico, es el único medicamento oral que está
aprobado para el tratamiento de esta afección.
- Antidepresivos
tricíclicos como amitriptilina para aliviar el dolor y la
polaquiuria.
- Vistaril
(embonato de hidroxizina), un antihistamínico que ocasiona sedación y
ayuda a reducir la polaquiuria.
Otras terapias pueden abarcar:
- Hidrodistensión
vesical (Llenar la vejiga con líquido estando con anestesia general ).
- Entrenamiento
vesical (utilizar técnicas de relajación con el fin de entrenar la vejiga
para orinar sólo en momentos específicos)
- Medicamentos
instilados, colocados directamente en la vejiga, entre
ellos sulfóxido de dimetilo (DMS), heparina o lidocaína.
- Fisioterapia
y biorretroalimentación (puede ayudar a aliviar los espasmos musculares en
el piso pélvico)
- Cirugía,
que incluye tratamientos durante una cistoscopia para úlceras vesicales y
extirpación (cistectomía) para casos muy difíciles.
Algunos pacientes descubren que
los cambios en la alimentación pueden ayudarles a controlar los síntomas.
La idea es evitar los alimentos y bebidas que puedan causar irritación en la
vejiga. A continuación se presentan algunos de los alimentos que la Asociación
para la Cistitis Intersticial (Interstitial Cystitis Association )
considera que pueden causar irritación vesical:
- Quesos
curados
- Alcohol
- Edulcorantes
artificiales
- Chocolate
- Jugos
de cítricos
- Café
- Jugo
de arándanos agrios (Nota: aunque el jugo de arándanos agrios a menudo se
recomienda para las infecciones de las vías urinarias, puede hacer que los
síntomas de cistitis intersticial empeoren)
- Habas
y judías
- Carnes
curadas, procesadas, ahumadas, enlatadas o que contengan nitrito
- La
mayoría de las frutas a excepción de los arándanos, el melón dulce y las
peras
- Nueces
a excepción de las almendras, anacardos y nueces de pino (piñones)
- Cebollas
- Pan
de centeno
- Aderezos
o aliños que contengan glutamato monosódico
- Crema
ácida
- Pan
hecho de masa fermentada
- Soya
- Té
- Tofu
- Tomates
- Yogur
Los expertos sugieren que no hay que
dejar de consumir estos alimentos de una sola vez, sino tratar de eliminar de a
uno por vez para observar si esto ayuda a aliviar los síntomas.
Bibliografia