Leiomiomas
Introduccion
Los leiomiomas uterinos (llamados comúnmente
fibromas) quizás sean los tumores más frecuentes de las mujeres. Son
neoplasias benignas de músculo liso que pueden aparecer aisladas, pero con más
frecuencia tienen carácter múltiple. La mayoría de los leiomiomas contienen
cariotipos normales, pero aproximadamente el 40% exhiben una anomalía
cromosómica simple. Se han reconocido: translocación equilibrada entre los cromosomas
12 y 14, trisomía 12 y reordenamientos 6p, 3q y 10q.
Los
leiomiomas uterinos representan una proliferación localizada de células de
músculo liso rodeadas por una pseudocápsula de fibras musculares comprimidas. El
agrandamiento uterino como resultado del leiomioma (miomas, fibroides) es común
en la práctica clínica. Hasta el 30% de mujeres americanas presentan estos tumores benignos,
aunque la mayoría no presentan síntomas que vayan a requerir de una terapia. Sin embargo, los leiomiomas son la indicación más común para la
histerectomía, representando el 30% de dichos casos. Adicionalmente, representan
una gran cantidad de operaciones más conservativas, tales como miomectomía, curetaje uterino, histeroscopía
operativa, y embolización de la arteria uterina.Ellos sn considerados tumores benignos que responden a las hormonas
debido a que los estrógenos usualmente inducen su rápido crecimiento en estados
de estrógenos elevados tales como embarazo. En contraste, la menopausia
generalmente lleva al cese del crecimiento tumoral e incluso a cierta atrofia. Los
estrógenos pueden trabajar por estimulación de la producción de
receptores de progesterona en el miometrio. A su vez, la progesterona que se
une a estos sitios estimula la producción de varios factores de crecimiento que
causan el crecimientode los miomas. Aunque los mecanismos exactos son desconocidos,
estánimplicados translocaciones/deleciones cromosomales, factor de crecimiento
péptido, y factor de crecimiento epidermal, como factores patogénicos potenciales
de los leiomiomas. Estudios de sensibilidad al ADN sugieren que cada mioma surge
a partir de una única célula del músculo liso y que, en muchos
casos, la célula de músculo liso es vascular en origen. El
músculo liso uterino puede también desarrollar un cáncer raro, tal como elleiomiosarcoma. Estos no representan “degeneración” de un fibroide, sino la
aparición de un nuevo neoplasma. La malignidad uterina es más típica en
pacientes postmenopausicas, que presentan masas uterinas rápidamente crecientes,
sangrado postmenopáusico, descarga vaginal inusual, y dolor pélvico. Una masa
uterina en crecimiento en una paciente postmenopausica debería ser evaluada con
mucha mayor preocupación por malignidad que en una mujer más joven. Otros tipos celulares pueden estar involucrados en esta forma de malignidad. Estos
tumores mixtos heterólogos contienen otros tejidos sarcomatosos no
necesariamente hallados solo en el útero. Estas variantes raras de miomas
uterinos aparentemente benignos han sido identificadas. Se piensa que
generalmente todas son benignas y de alguna manera estrógenos dependientes. La
leiomiomatosis intravenosa es descrita como una invasión de las venas
pélvicas e incluso la vena cava con tumor de músculo liso benigno histologicamente maduro. Se ha reportado leiomioma metastático
benigno en nódulos cardiacos, linfáticos y pulmonares, presumiéndose que
sea elresultado de embolización ya sea intravenosa o linfática. El leiomiomatosisperitonealis disseminata involucra implantes sobre las superficies peritoneales,
idénticos a miomas uterinos
Morfología
Son tumores bien delimitados, definidos,
redondos, firmes, de color blanco grisáceo y tamaño variable. Excepto en raros
casos se encuentran dentro del miometrio del cuerpo uterino. Sólo rara vez
afectan a los ligamentos uterinos, el segmento inferior del útero o el cérvix.
Se pueden localizar dentro del miometrio (intramurales), justo debajo del
endometrio (submucosos) o debajo de la serosa (subserosos).
El patrón arremolinado característico de los
haces de músculo liso al corte suele permitir la identificación fácil de estas
lesiones mediante inspección macroscópica.
Los leiomiomas del útero, aunque sean
extensos, pueden permanecer asintomáticos. Los síntomas más importantes
comprenden hemorragia anormal, compresión de la vejiga (frecuencia urinaria), dolor
súbito si se produce interrupción del suministro sanguíneo, y fertilidad
alterada. En mujeres embarazadas aumentan la frecuencia de aborto espontáneo,
mala presentación fetal, inercia uterina y hemorragia posparto.
Microscópicamente, consisten en fascículos
espirales de células ahusadas de músculo liso .
Las células muestran bordes difusos y abundante citoplasma eosinofílico. Los
núcleos se muestran elongados y tienen una cromatina finamente dispersadas. Se distinguen varios subtipos,
algunos de los cuales son muy poco frecuentes
- Leiomioma
celular: formado por densos fascículos de células de músculo liso con poco
colágeno intercalado
- Leiomioma
atípico: constituido por células atípicas agrupadas o distribuidas por
toda la lesión
- Leiomioma
epiteloide: compuesto por células redondas o poligonales en lugar de
células ahusadas. Este subtipo incluye los leiomioblastomas, el leiomioma
de células claras y el leiomioma plexiforme
- Leiomioma
mixoide: contiene una abundante sustancia amorfa entre las células
musculares
- Leiomioma
vascular: leiomioma que contiene una gran proliferación de vasos con
paredes gruesas. Eventualmente, la obstrucción de las venas periféricas de
la lesión puede ocasionar una hemorragia masiva ocasionando la llamada
degeneración roja. Esta degeneración es una especie de extensa necrosis
coagulativa que afecta a toda la lesión.
- Lipoleiomioma:
tumor formado por una mezcla de adipocitos y de células de músculo liso
- Leiomioma
tubular: leiomioma que contiene estructuras tubulares.
- Leiomioma
metastásico benigno: se observan múltiples nódulos blandos, frecuentemente
localizados en el pulmón después de una histerectomía previa.
Se
admite que las histopatogénesis de los leiomiomas tienen lugar en las llamadas
células de reserva o genitoblastos debida a a una acción estrogénica. Estas
serían unas células que durante el embarazo hacen crecer el tamaño del útero y
que se consumirían en cada embarazo. Esto explicaría porqué las mujeres con
hijos son menos propensas a padecer leiomiomas y porqué estos tumores van
asociados a un aumento de los estrógenos
Causas
Los miomas uterinos son
comunes. Una de cada 5 mujeres puede tener miomas durante sus años de
fertilidad (el tiempo después de comenzar la menstruación por primera vez y
antes de la menopausia). La mitad de las mujeres tiene miomas hacia los 50
años.
Los miomas son infrecuentes
en mujeres menores de 20 años y son más comunes en mujeres de raza negra que en
mujeres de raza blanca.
Se desconoce la causa de
los miomas en el útero. Sin embargo, el crecimiento de los miomas uterinos ha
estado ligado a la hormona estrógeno. En tanto una mujer con miomas esté
menstruando, éstos probablemente seguirán creciendo, por lo general de manera
lenta.
Los miomas uterinos pueden
ser tan diminutos que puede ser necesario un microscopio para verlos. Sin
embargo, también pueden crecer hasta un gran tamaño, pueden llenar todo el
útero y pesar varias libras. Aunque es posible que sólo se desarrolle un mioma
uterino, generalmente hay más de uno.
Los miomas a menudo se
describen por su localización en el útero:
- Miometriales:
en la pared muscular del útero.
- Submucosos:
justo bajo la superficie del revestimiento uterino.
- Subserosos:
justo bajo la cubierta externa del útero.
- Pediculados: se
presentan en un tallo o pedúnculo largo en la parte externa del útero o
dentro de la cavidad del útero.
Síntomas
El
sangrado es el síntoma más común que se presenta en los fibroides uterinos.
Aunque el tipo de sangrado anormal puede variar, la presentación más común
incluye el desarrollo de flujo menstrual progresivamente más abundante y
denso, que dura más que su duración usual (menorragia, definida como pérdida de
flujo menstrual < 80 mL). Este sangrado puede resultar de una
distorsión significativa de la cavidad endometrial por el tumor subyacente.
Tres mecanismos generalmente aceptados, pero no probados, para el sangrado
incrementado incluyen:
1) Alteración
de la función contráctil miometrial normal en la fuente de sangrado arterias
pequeñas y arteriolares subyacentes al endometrio
2) Incapacidad
del endometrio de responder a las fases menstruales normales de
estrógeno/progesterona, que contribuyen al desprendimiento eficiente del
endometrio
3) Necrosis
de presión del lecho endometrial, el cual expone las superficiesvasculares que sangran en exceso comparativamente hablando
con el desprendimiento endometrial.
Característicamente, el mejor ejemplo de un
tipo de leiomioma que contribuye a este patrón de sangrado es el denominado leiomioma submucoso. En esta
variante, la mayor parte de la distorsión creada por el tumor de células de
musculatura lisa, se proyecta hacia la cavidad endometrial en vez de hacerlo hacia
la superficie serosa del útero. Los fibroides intramurales en crecimiento, del mismo modo, contribuyen al sangrado excesivo si se hacen losuficientemente
grandes como para distorsionar significativamente la cavidad endometrial. La
pérdida de sangre de este tipo de sangrado menstrual puede ser losuficientemente grande como para contribuir a anemia por deficiencias de
hierro y, ráramente, a pérdida de sangre aguda y profusa. La ocurrencia demeiomiomata submucoso aislado (subendometrial) es inusual. Comúnmente,
estos son hallados en asociación con otros tipos de leiomiomas.
Tratamiento
En las mujeres de edad superior a los 40 años, se pueden
obtener discretos resultados con la sola terapia médica: se suministran
hormonas andrógenas que reducen la actividad endocrina del ovario en la primera
mitad del ciclo menstrual. A ellas se asocian fármacos de acción
antihemorrágica. Son útiles los análogos de la LHRH que frenan la secreción de
gonadotropinas y la secreción de estrógenos, lo que determina la detención del
crecimiento del tumor. Sin embargo, dado que ocasionan una menopausia artificial,
están contraindicados en las mujeres jóvenes. Si con esta terapia no se
obtienen resultados satisfactorios y si, por cualquier razón, no es posible la
intervención quirúrgica (graves enfermedades de corazón o renales, diabetes,
tuberculosis), se puede recurrir a la terapia con rayos X: se irradian el tumor
y los ovarios, hasta la castración; se obtiene así el cese de las pérdidas de
sangre y de la función menstrual, y las dimensiones del tumor disminuyen
notablemente.
La terapia que da mejores resultados, sin embargo, es la
quirúrgica: consiste en la extirpación del tumor solo (miomectomía) o bien,
cuando no es posible hacer esto, del tumor y del útero a la vez (histerectomía).
En el primer caso, es posible la conservación completa del aparato genital y,
por consiguiente, de la capacidad de procrear; en el segundo, por el contrario,
la función reproductora se pierde. La elección del procedimiento quirúrgico
depende del tipo de mioma, de la edad de la mujer y del estado del cuello
uterino. En los últimos años, la miomectomía laparoscópica está adquiriendo una
gran importancia en particular en el caso de leiomiomas pequeños que causan
alteraciones importantes de la función reproductiva de la mujer (abortos,
esterilidad, etc.)
Cuando, durante el embarazo, se descubran fibromas
subserosos que pueden complicar seriamente el parto, es oportuna su extirpación
quirúrgica dentro del primer trimestre, período en el que la intervención no
resulta peligrosa para el buen resultado del embarazo
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